I CURSO VIRTUAL PARA PERIODISTAS // MÓDULO II
Parque La Carolina, Quito. Fotografía: Secretaría del
Ambiente del Municipio de Quito.
LA HUELLA ECOLÓGICA
La Nueva Agenda Urbana adoptada en Hábitat III (aprobada por Naciones Unidas con Resolución A/
RES/71/256*) dice: “imaginamos ciudades y asentamientos humanos que: ...protegen, conservan, restable-
cen y promueven sus ecosistemas, recursos hídricos, hábitats naturales y la diversidad biológica, reducen
al mínimo su impacto ambiental, y transitan hacia la adopción de modalidades de consumo y producción
sostenibles”.
Los enfoques sostenibles para la gestión de las ciudades deben tener en cuenta las áreas urbanas,
así como las tierras rurales, las comunidades y los ecosistemas de los que dependen. El ordenamien-
to territorial, debería ser la base de la toma de decisiones para esta planificación, y como se mencio-
nó anteriormente debe integrar zonas urbanas y rurales con un enfoque de paisaje o de cuenca.
Problemáticas y oportunidades para el cambio
Es un indicador biofísico de sostenibilidad en el
que se relacionan las demandas de una determi-
nada comunidad humana – país, región o ciudad –
con la capacidad productiva y ecológica del territo-
rio que ocupa o administra, considerando tanto los
recursos necesarios, como los residuos generados
para mantener el modelo de producción y con-
sumo de dicha sociedad. Si el nivel de vida o los
patrones de consumo suponen la apropiación de
más superficie productiva de la disponible, se pro-
ducirá un déficit ecológico. Por tanto, en el marco
de una estrategia global de sostenibilidad ambien-
tal, el objetivo final de una comunidad debe ser
que su huella ecológica no supere la biocapacidad,
de forma que exista un equilibrio entre el nivel de
consumo de recursos y la capacidad de generación
del territorio asociado.
1