I CURSO VIRTUAL PARA PERIODISTAS // MÓDULO II
Las actividades antrópicas han modificado los paisajes de los Andes Tropicales, y bajo estas condiciones( clima, ecosistemas, intervención humana) se verían afectados, principalmente, los servicios ecosistémicos hidrológicos.
Los cambios observados en la temperatura han provocado un rápido y acelerado retroceso de los glaciares tropicales en toda la región de los Andes tropicales y, a largo plazo, estos cambios en el volumen de los glaciares provocarán cambios considerables en la hidrología estacional aguas abajo.
Se prevé que los cambios más importantes en el caudal ocurran durante la estación seca, cuando los glaciares liberan agua derretida que inicialmente retienen en forma de nieve y hielo. La nieve que cae en los Andes, inicialmente, se almacena en forma de hielo en los glaciares de montaña antes de que se libere al cabo de cierto tiempo y se sume al caudal base de la estación seca. Esta situación plantea consideraciones de sostenibilidad, sobre todo ante el rápido aumento de la población y del sector industrial en los valles aguas abajo. Los usuarios se adaptan rápidamente a una mayor disponibilidad de agua en el corto plazo, aunque una escorrentía de este tipo no es sostenible a largo plazo.
No obstante, conviene destacar que este proceso depende mucho de la escala, pues la influencia del derretimiento glaciar respecto al caudal total disminuye conforme aumenta la distancia desde el propio glaciar. Así pues, mientras que la contribución del derretimiento glaciar es sumamente pertinente para las poblaciones andinas que viven cerca de la cadena montañosa cubierta de glaciares, su importancia es mucho menor para los centros de población ubicados lejos de ahí. Además, el efecto del retroceso de los glaciares en la hidrología del caudal aguas abajo depende de la estacionalidad de las precipitaciones en las partes medias y bajas de las cuencas.
Como regla general, la contribución de un glaciar a la escorrentía estacional está más relacionada con países como Bolivia o Perú, donde los ríos desembocan en zonas áridas. En cambio, en países como Ecuador o Colombia— donde los glaciares son muy pequeños, el clima es mucho más húmedo y la precipitación se distribuye de manera más equitativa durante todo el año— es probable que estos cambios en la hidrología de los glaciares no sean muy pertinentes a mayor escala. Además, estos países se benefician de la importante capacidad de amortiguación de los humedales tropicales.
Los páramos se enfrentan con la amenaza creciente del cambio climático, ya que, con el aumento de la temperatura, los ecosistemas se desplazarán hacia zonas más elevadas de las pendientes, ade-
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Problemáticas y oportunidades para el cambio