I CURSO VIRTUAL PARA PERIODISTAS // MÓDULO I
SILVICULTURA
En la mayoría de los países, la explotación de
bosques naturales es un sector económicamente
importante con enormes impactos sociales y am-
bientales, pero la mayoría de los bosques naturales
remanentes con especies de madera con alto valor
comercial ocurren en las regiones amazónicas más
productivas (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y
Bolivia) y el Chocó (Colombia y Ecuador) y, en me-
nor grado, los bosques templados húmedos (Chile).
Por esta razón, la mayoría de las operaciones ma-
dereras comerciales operan fuera de las montañas.
Dentro de las zonas de montaña predominan las
actividades de pequeña escala, a menudo infor-
males o ilegales para el mercado doméstico. Altos
niveles de “informalidad” (es decir, que no conside-
ran ‘buenas prácticas’ de manejo forestal como la
implementación de planes anuales de explotación
que incluyan diámetro mínimo de corte y reten-
ción de un porcentaje de individuos de cada espe-
cie cosechada) y prácticas forestales no sostenibles
persisten y usualmente resultan en degradación
forestal que afecta a todos los bosques entre 500 y
2000 msnm.
Ecosistemas de montaña y desarrollo sostenible en los Andes
En Ecuador, por ejemplo, los dueños de áreas re-
lativamente pequeñas de bosque son los actores
usuales de la silvicultura informal, vendiendo sus
árboles en pie a operaciones madereras o vendien-
do sus troncos y tablas en los mercados locales.
En Ecuador tradicionalmente han existido pocos
o ningún incentivo financiero de fuentes públicas
o privadas para administrar los bosques naturales,
lo que ha generado impactos negativos sobre la
calidad del ambiente, los servicios y funciones del
ecosistema y la conservación de biodiversidad. La
reciente creación del Programa SocioBosque, sin
embargo, ha empezado a ofrecer algunos incenti-
vos para la gestión forestal.
Ecuador y Perú, por ejemplo, tienen industrias ma-
dereras en plantaciones de pino (Pinus radiata, P.
patula y otras especies coníferas introducidas) en
los Andes. Estudios de campo en los Andes ecuato-
rianos han documentado el impacto ambiental de
las plantaciones de pino sobre la calidad del suelo
en los páramos y la hidrología, con resultados de
demostraron agotamiento de nitrógeno y acidifi-
cación de suelos superficiales y una reducción del
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