I CURSO VIRTUAL PARA PERIODISTAS // MÓDULO I
Fitorregiones y
ecosistemas de
los andes tropicales
La vegetación es el primer indicador del estado de
conservación de los ecosistemas, de las especies
que habitan en ellos, y del mantenimiento de los
principales procesos naturales que las sustentan.
Es por ello que el Convenio de Diversidad Biológica
sugiere adoptar, para escalas regionales, un enfo-
que ecosistémico (grandes unidades de paisaje o
de territorio) porque promueve una visión integra-
dora de la conservación y el uso sostenible de los
recursos de la biodiversidad.
Adicionalmente, el hecho de que la vegetación
tiende a presentar unidades relativamente fáciles
de identificar y delimitar, su representación carto-
gráfica o en mapas ayuda a tomar mejores deci-
siones. En el caso de una topografía montañosa
y compleja como la de los Andes, con gradientes
altitudinales y latitudinales marcados, se produce
una heterogeneidad climática importante, la cual
es también un criterio clave en la clasificación de
los ecosistemas andinos.
Magnolia mashpi.
Foto: Sebastián Crespo / CONDESAN
Ecosistemas de montaña y desarrollo sostenible en los Andes
Josse et al (2009) clasifica los ecosistemas de mon-
taña por regiones Fitogeográficas: (i) Páramo; (ii)
Bosques del Norte Andino; (iii) Yungas; (iv) Puna, y
(v) Boliviano Tucumano.
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