LíderSoy Marzo 2014 | Page 11

La recomendación principal es promover esta forma de comunicar no solo en el discurso de la clase política, sino desde la cotidianidad de nuestra vida, por lo que dejo algunas recomendaciones:

1. Llamar a las mujeres por su nombre y no por el parentesco con algún hombre (ejemplo: María, en lugar de “la esposa del vecino”)

2. Si se van a mencionar hombres y mujeres en la misma oración, utilizar nombres y apellidos y no solo en el caso del hombre. (Ejemplo: Laura Hernández y Juan Gutiérrez, en vez de Juan Gutiérrez y Laura, en este último caso existe asimetría).

3. Usar el femenino de las profesiones (ejemplo: Lucia es ingeniera, no ingeniero).

4. Dejar de lado los estereotipos respecto a las profesiones asignadas culturalmente a hombres y a mujeres (ejemplo: en vez de “doctores y enfermeras”, utilizar el término “personal médico” debido a que en el primer caso se infiere que los hombres son los médicos y las enfermeras forzosamente las mujeres, cuando sabemos que existen doctoras y enfermeros también).

5. Buscar un término que sea genérico y que no mencione solo a un género. (Ejemplo: día de la niñez, en vez del día del niño porque se estarían omitiendo a las niñas).