antes expuestos, la consecuencia del cambio climático que se presentó con mayor frecuencia, tanto
en el ámbito mundial como nacional, fue la alteración del ciclo lluvia/sequía, situación que sin duda
afecta la sensibilidad del venezolano.
Además, se establece que los efectos del cambio climático son resultado casi exclusivo de la
emisión de gases por parte de los países desarrollados, sin considerar las implicaciones que, por
ejemplo, tiene la explotación petrolera que realiza Venezuela desde hace ya un siglo o la tala
indiscriminada de árboles en bosques y selvas. Esta simplificación maniquea de víctimas y
victimarios de un problema mundial sin duda banaliza el tema y lo agota.
En tercer lugar, el abordaje del tema desde un punto de vista reactivo poco invita a la formación de
opinión pública, al comienzo de un debate nacional sobre las medidas que debería tomar el país
para contrarrestar los efectos del cambio climático, a la activación de la administración pública para
el desarrollo de un frente de trabajo serio sobre la materia.
Como quedó evidenciado en la investigación, el Estado venezolano poco ha propuesto para atender
este problema, a pesar de que es mucho lo que puede dar. De acuerdo con el único editorial
examinado, publicado por el diario Tal Cual, Venezuela es el cuarto mayor emisor de dióxido de
carbono del continente, luego de Estados Unidos, Brasil y México.
En Venezuela hemos padecido reiteradamente los embates del clima, con costos materiales y de
vidas incalculables, por lo que nuestro aporte para afrontar el cambio climático debe ser asumido con
firmeza y responsabilidad por todos los sectores, en todas las escalas, desde las amas de casa
hasta los poderes públicos. Pero para ello es fundamental que la prensa asuma un rol más activo, de
formación y movilización de la agenda pública nacional”.
Asunto complejo
El cambio climático, como señala la experta venezolana María Teresa Martelo, es un problema de
origen multifactorial y cuyas consecuencias o impacto dependen de cada área que se analice.
Se trata de un asunto complejo al que se le pueden dedicar muchas páginas de revistas y periódicos,
sobre sus causas y consecuencias, por tanto Martelo plantea la necesidad de bajar la escala global
del problema hacia un plano nacional, regional, municipal, comunitario.
La actuación de la sociedad es indispensable, así como la acción individual y según el doctor Juan
Carlos Sánchez ésta puede darse en tres ámbitos: uso racional de la energía, reciclaje de desechos
y “algo tan simple pero trascendental como la siembra de árboles”.