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el bien que el Sagrado Corazón nos dé a conocer que desea de nosotros; Él es
bastante rico para recompensarlo todo.
“¡Sí! Seamos fieles, constantes y activos; no sabré repetirlo bastante por el
daño que nos vendrá de lo contrario.”
Dirigiéndose a las novicias, añade la sierva de Dios: “Os digo muy
particularmente que si 78 después de todas las bondades y liberalidades del
Sagrado Corazón para con vosotras llegáis a relajaros y disgustaros de la
fidelidad que os pide y que le habéis prometido, creo que no será menos liberal
en severidad para vengarse de vuestras ingratitudes. [Tened cuidado] Ya os lo
he advertido muchas veces, en ese caso estaré en contra vuestra.
“El Corazón divino de nuestro buen Maestro os dará a conocer las
liberalidades que os reserva79 a medida que le seáis fieles sobre todo entre las
contradicciones y humillaciones, que debéis recibir como prendas de su amor,
sin desperdiciar ninguna ocasión ; es el medio de agradarle.
“Os recomiendo, pues, que améis a este adorable Corazón, no omitiendo
nada de lo que quiera de vosotras; yo le rogaré para que nunca os separéis de
su puro amor, lo que sé que no queréis hacer.
Os he dicho más de lo que pensé decir, y aun algunas veces más de lo
que quisiera; pero sea el Señor bendito en todo y su Sagrado Corazón amado,
alabado y glorificado eternamente. Amén.
Esta fidelidad que la Beata Margarita-María aconsejaba a los demás, era
el objeto de sus constantes preocupaciones. Por esta razón se encuentran en
muchas de sus cartas peticiones como esta: “No me negaréis el socorro de
vuestras oraciones80 (decía a la madre de Saumaise), para que corresponda a
los movimientos de la gracia del Señor. Su Sagrado Corazón es conmigo siempre
tan generoso que me veo como un compuesto de sus misericordias, y os confieso,
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Aviso 47
Avisos 28, 33 y 46. – Carta 72
80
Carta 37, pág. 55
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