El uso del plástico
El plástico es un material inmensamente versátil, ideal para una amplia
gama de aplicaciones industriales y de consumo. La relativamente baja
densidad de casi todos los tipos de plásticos aporta a los productos de plástico
el beneficio de la ligereza. Y, aunque la mayoría tienen unas propiedades de
aislamiento térmico y eléctrico excelentes, se pueden fabricar plásticos que
sean conductores de electricidad si es preciso. Son resistentes a la corrosión de
muchas sustancias que atacan a otros materiales, por lo que son duraderos e
idóneos para usarlos en aplicaciones muy exigentes. Algunos son
transparentes, por lo que sirven como dispositivos ópticos. Se pueden moldear
fácilmente para obtener formas complejas y permiten la integración de otros
materiales para formar productos ideales para una amplia gama de
funciones. Además, si las propiedades físicas de un plástico determinado no
cumplen plenamente los requisitos, se puede modificar su equilibrio de
propiedades con relleno, colores, agentes espumantes, retardantes de llama,
plastificantes, etc., para satisfacer la demanda de una aplicación específica.