LOS PELIGROS DE LA FRANQUEZA REPORTAJE_IMPRESO | Page 8

A la cárcel: o de cómo fabricar un delito y salirse con la suya La orden de aprehensión a través de la cual detu- vieron a Francisco Castillo Montemayor, derivaba del expediente número 472/2016, en el cual se le acusaba del delito de peculado por 39 millones de pesos. Entre las actividades que se utilizaron para encuadrar el delito, se mencionaba que el ex-fun- cionario había realizado licitaciones directas para adjudicarse el dinero de las mismas. Además se le acusaba por la falta de materiales en infraestructura realizada durante su gestión, así como de no haber construido diversas obras que mencionaba en su informe, como las estaciones de transferencia. Como prueba, el Ministerio Público en- tregó una lista de peritos, contadores, contralores y auditores que declaraban los faltantes, así como la existencia de saqueo y vandalismo en las insta- laciones. Además, dentro de las declaraciones se establecía que, al no tener los precios unitarios de los faltantes, se le cobraría el precio entero, de ahí, el cargo por los 39 millones. Sin más pruebas que las declaraciones de estas personas, la familia se dedicó a investigar: “Empezamos a darnos cuenta de ciertos nombres que atestiguaron en contra de mi papá. Sin embar- go no estuvieron en las diligencias, no estuvieron en los peritajes y demás [...] Yo me puse a buscarlos en internet, en las redes sociales y me daba cuenta que eran puros chavos que eran apenas egresados”, aseguró el hijo. Estas personas listadas como testi- gos por el Ministerio Público jamás se presentaron a declarar, a pesar de que cada ausencia constituía una multa. Entre las acusaciones en contra de Castillo Montemayor, se encontraban cargos por faltantes detectados en una auditoría del 2012, realizada du- rante la gestión de Amy Camacho. Dicha auditoría no trascendió durante ese tiempo. Cuatro años después, se utilizaría para achacarle la falta de esos recursos al ex-secretario, a pesar de que él hiciera su entrega ofi