LOS PELIGROS DE LA FRANQUEZA REPORTAJE_IMPRESO | Page 7

Artículo 428 del Código Penal para el Estado de Puebla Comete el delito de peculado: I. Todo servidor público que, para usos propios o ajenos, distraiga de su objeto dinero, valores, fincas o cualquiera otra cosa perteneciente al Estado, Municip- io o a un Organismo Descentralizado o a un particular, si por razón de su cargo los hubiere recibido en admin- istración, en depósito o por otra causa. II. El servidor público que a título personal e indebida- mente utilice fondos públicos, con el objeto de promov- er la imagen política o social de su persona, la de su superior jerárquico o la de un tercero; III. El servidor público que indebidamente utilice fondos públicos para denigrar a cualquier persona; IV. Quienes acepten realizar las promociones o deni- graciones a que se refieren las dos fracciones anteri- ores a cambio de los fondos públicos. V. Quien sin tener el carácter de servidor público y estando obligado legalmente a la custodia, admin- istración o aplicación de recursos públicos estatales o municipales, los distraiga de su objeto para usos propios o ajenos o les dé una aplicación distinta a la que se les destinó. “Salí corriendo a la fiscalía a ver qué es- taba pasando, nadie sabía decirme qué sucedía”, dijo Francisco Castillo hijo, mientras recuerda aquella noche: “toda esa noche fue bien complica- da, porque no nos decían dónde estaba, si estaba en la Fiscalía, si estaba en los separos... A él luego luego de la Fiscalía, lo tienen ahí media hora y se lo llevan al penal de San Miguel. Una vez entrando en el Penal de San Miguel no hay forma, terminas tu proceso porque lo terminas, y más cuando hay una consigna”. Castillo Montemayor pasó once días en celdas de carga, durmiendo parado y compar- tiendo celda con sujetos peligrosos, entre peleas y amenazas, a pesar de ser una persona de la tercera edad con una condición cardiaca. No fue traslada- do hasta que sufrió un preinfarto durante una de las visitas de la familia. Otra pausa y señala a un hombre más allá de las rejas, donde se encuentra la zona de visitas conyugales. “Ese de allá era asesino serial, es edu- cado, pero nadie se mete con él”, comentó Castillo Montemayor, dándonos un breve esbozo de la vida en el penal, en donde todos comparten los mismos espacios: asesinos, violadores e inocentes. “A él luego luego de la Fiscalía, lo tienen ahí media hora y se lo llevan al penal de San Miguel. Una vez entrando en el Penal de San Miguel no hay forma, terminas tu proceso porque lo terminas, y más cuando hay una consigna”. - Francisco Castillo hijo 6