Los omniscientes N°1 , Julio 2014 | Page 41

Nunca venderé mi alma,

Porque soy digno y claro,

A si sea una bella dama,

De bellos y carnosas labios.

Vengo del sonido de la calle,

De la calma del maestro,

Niña cantando a su madre,

Con mucho sentimiento,

Vengo de seres amables,

Que me dieron su respeto,

Pero con muchos detalles,

Orgulloso de lo nuestro,

A mí no hay quien me pare,

Estoy lleno de sentimiento.

Vengo del amor más bello,

Del amor de mi madre,

Que es un sublime cielo,

Como una dulce tarde,

De la vida todo espero,

Pero lo bueno se comparte,

Lo malo siempre desecho,

Eso lo aprendí de mis padres,

Soy un hombre bien hecho,

Gracias del amor de mi madre.

MANUEL ANDRADE MARTINEZ

GUAJIRA VENEZUELA