Vengo del ritmo del tambor,
Que del áfrica me llego,
De los cantos y el sabor,
Que esta música inspiro,
Del primer tema de amor,
Que mi mano escribió,
Del poema hecho canción,
Que mi mente pensó,
Que con mucha precisión,
En mi guitarra se interpretó.
Vengo de esos amores,
Que destrozaron mi corazón,
Creando desilusiones,
Endureciéndome en el amor,
Dejando sinsabores,
Con razón, oh sin razón,
Pero dejo atrás los temores,
Dejando tambien la compasión,
Abriendo en miles de colores,
Para que coloreen mi corazón.
Vengo del sentimiento eterno,
Para mi gente, mi nación,
Tambien del mundo con respeto,
Con cariño y pasión,
Vengo con la fuerza del viento,
Y la nobleza del león,
De vivir bellos momentos,
Compartidos con emoción,
De compartir sin secretos,
De dar de mí lo mejor.
Vengo del rio y la montaña,
De la nobleza del caballo,
A mí nadie me avasalla,
Ni en lo que viene de años,
Tengo del bosque la calma,
Y de los ancianos sabios,
Nunca venderé mi alma,
Porque soy digno y claro,
A si sea una bella dama,
De bellos y carnosas labios.