sus hijos, limitados hasta de cariño
por su triste decisión.
Hoy dedico esta prosa a la mujer
que hasta la muerte conoció el dolor,
luchó por dar amor
y un poco de educación;
un cáncer a ella la venció,
y a la tumba el cuerpo envió.
Una prosa para un ángel
que con sus alas destruidas
decidió por voluntad divina volar,
Dios reconstruyó las alas
y libre vuela como un ángel en el cielo.
Para ti hermana
y por las que sufren,
aún es tiempo de reconstruir
sus alas y volar
Luz M Molina
San José Costa Rica