los desastres de la guerra DESASTRES DE LA GUERRA - Goya- | Page 9

Preámbulo 11 Los procedimientos, en casi todos los órdenes de la vida, son para seguirlos una vez definidos y aprobados. Parecería lógico que si el motivo eran mis deseos de profundizar en la obra de Goya, antes de acometer el anterior trabajo sobre Las Pinturas Negras, hubiera debido de realizar el referente a Los desastres de la guerra, que abordo ahora, puesto que formal y cronológicamente son anteriores. Sin embargo, si alguna de mis caracte- rísticas me distingue es la falta de procedimientos, de órdenes lógicos. Sen- cillamente tuve el impulso de hablar de las pinturas negras, ese hito de la plástica universal y a ello me dediqué. Goya sobrepasó en las pinturas negras -como ya señalamos- los lí- mites de la plástica hasta ese instante. No se atiene a reglas con su forma de componer, con sus atrevimientos temáticos y plásticos, sus espatulazos, sus arrastres, con la manera de implicarnos sus emociones, su soledad, su rabia. Abrió las puertas al arte del siglo XX. El romanticismo, el surrealis- mo, el expresionismo e incluso el rechazo dadaísta están en esa descarnada presentación de temas y personajes que fueron motivo para las paredes de los salones de la casa que habitaba. Dibujaba con ello su propio ánimo, vomitaba sus preocupaciones, sacudía los monstruos que le sobrevolaban, poetizaba su dolor. Desde ese instante el arte podía caminar por las sendas de lo horrendo, de lo angustioso, de lo aparentemente ni bello, ni sublime en