los desastres de la guerra DESASTRES DE LA GUERRA - Goya- | Page 34

la espalda al soldado sobre el que está volcado. La escena en su irracional brutalidad nos habla de esa palabra tan extraña y dura del heroísmo. Un heroísmo fruto de la desesperación y el miedo vencido en defensa de la pro- pia vida. La fuerza compositiva es de un vitalismo que amparada en gestos expresan determinación, obnubilación desaforada, brutalidad sin contem- placiones, espanto, pavor, sobresalto. Aquí Goya cambia el tercio y son los hombres del pueblo quienes se defienden con una agresividad extrema. Una manera de equilibrar la vio- lencia de la guerra. Es significativo que el comienzo de la serie sea presen- tar la brutalidad en ambos bandos e incluso el hecho de titular esta plancha haciendo referencia a la anterior como: lo mismo, es decir, con razón o sin ella la venganza violenta e irrazonada se apodera de los seres en la guerra. El dibujo de nuevo vigoroso, la manera de grabar la plancha de cobre, precisa, rabiosa, con agitación sorprendentes. Mueve la punta seca con la que graba con ductilidad según el lugar y el motivo sea este –ropa, arma, cuerpo-. Todo parece indcar que atacaba el grabado de manera directa sin excesivos tanteos y los trazos se adecuan a la luz, al gesto, al movimiento o las texturas en las que van insertas. El lirismo cede a la épica, una épica que en ocasiones, como ésta, muestra la llamada heroicidad, ese término donde la valentía es la respues- ta desesperada ante una agresión tan bestial que pone en juego la propia vida y que previamente ha sido alimentada por el odio que dimana de una ocupación violenta de militares extranjeros. La famosa llamada del alcalde 36