los desastres de la guerra DESASTRES DE LA GUERRA - Goya- | Page 12
Goya también grabó algunas estampas sueltas que no pueden ads-
cribirse a ninguna de las series tradicionales, entre las que destacan algún
paisaje que luego sería partido en dos mitades para reutilizar la plancha
en Los desastres de la guerra y El Coloso, la mejor de sus estampas sueltas.
Misteriosa imagen de un gigante sentado en un desolado paisaje, que debe
relacionarse con el cuadro del mismo título del Museo del Prado. Debió gra-
barse entre 1810 y 1818 y su significación no está clara. Puede aludir a Na-
poleón o a Prometeo, o bien tratarse de una personificación de España. Su
técnica es excepcional dentro de la obra de Goya; pues empleó la aguatinta
bruñida, para sacar los blancos.
En el álbum dedicado a Los desastres de la guerra, se incluyeron
leyendas a lápiz en cada una de las estampas con títulos fuertemente ex-
presivos. Además se insertaron pruebas de los prisioneros; tres grabados de
similar tamaño titulados: Si es delincuente que muera presto y La seguridad
de un reo no exige tormento y Tan bárbara es la seguridad como el delito,
que fueron realizados para denunciar la tortura y los malos tratos a los
presos de las cárceles españolas. Goya debió realizarlos hacia 1811, es decir
en la misma época que estaba realizando Los desastres. Tal vez por ello lo
de las 85 estampas de las que habla en la portada?
Los desastres de la guerra, inmediatamente anteriores a la adquisi-
ción de la Quinta del Sordo, lo forman 82 grabados realizados, la mayoría,
al aguafuerte entre los años 1810 y 1820. Jesusa Vega, investigadora que
14