Los cuadernos G y H de Burdeos CUADERNOS G Y H BURDEOS REVISADO | Page 24

24 dulo se refleja en el rostro del monje. Contrasta la agresividad irónica del soldado ataviado con boina (la llevaron en principio los milicianos liberales de la zona de Navarra y el País Vasco, pasando, a partir de 1833, a ser carac- terística de las tropas carlistas ultraconservadoras) frente a un fraile con algo que pudiera ser el cañón de un fusil aun cuando no parece existir culata, mientras, tiradas en el suelo, esperan botas con espuelas militares. Qué nos quiso transmitir Goya? La necesidad de pasar de una vida ociosa a una vida comprome- tida con la milicia en momentos de cambio político? Qué pretende la figura trasera con peluca, bocamangas de encaje, pantalones anchos y zapatos, sosteniendo en sus manos por los hombros lo que puede ser la casaca militar? La colaboración de los estamentos de justicia con el ejército frente al religioso o es por el contrario una mirada benevolente frente al atropello hacia el monje, ya que estaban exentos de ingresar en la Milicia? Sería una crítica ácida frente al intento de in- volucrar a los monjes en la actividad militar por los miembros de las milicias liberales y por tanto una crítica a esta obligación? Según Manuela Mena “El fraile, en esta ocasión, podría identificarse con un franciscano capuchino, reconocible por su hábito y capucha puntiaguda, sus pies desnudos y las largas barbas. Un risueño militar, cuyo uniforme ligero y algo roto, así como su boina, le revelan como posible miembro de la Milicia Nacional del Trienio Liberal (1820-23), le corta las barbas, aunque Goya lo presenta como “esquilándole” con regocijo y cierta brutalidad, por las tijeras características de esquilar animales que utiliza. En ese periodo, tras la abolición de las órdenes religiosas por José I, en 1809, y su restablecimiento por Fernando VII en el sexenio absolutista (1814-20), varios decretos del Trienio revisaron nuevamente la ex- claustración y la ocupación de los conventos, antes de la exclaustración definitiva de 1834. (7) Aun cuando pueda ser un fusil faltaría la culata, y en cuanto a la afirmación de sirvien-