Literatura BDSM La Sumisa Insumisa ( Rosa Peñasco ) | Page 19

coloretes que señalizarán como banderas todo mi rubor; un rubor que crece y crece cuando me asalta el egocéntrico pensamiento de que gracias a esta cara roja, el resto de los viajeros notan lo que siento, saben lo que me pasa, conocen adónde voy y, con toda esta información, en cualquier momento, se van a poner a tararear por lo bajo aquello de ¿Qué hace una chica como tú —o sea como yo— en un vagón como éste? Intento respirar. Todo me resulta tan loco que sólo se me ocurre respirar. ¡No seas paranoica! Tranquila. No lo saben. Tranquilízate porque nadie sabe que vas a donde vas, y a lo que ni siquiera tú, al menos conscientemente, sabes que vas. Respiro. Respiro hondo, pero nada. ¡Bájate!, bájate en la próxima, sigue diciéndome aquella voz. Ni caso... El tren no para, y no sé si sigue avanzando para ayudarme a saber qué clase de aventura he venido a buscar o si, cómplice con AMOSAPIENS, no tiene intención de detenerse hasta llegar a la ciudad que, rimando con miedo, me va a poner a su merced sin que yo pueda o quiera evitarlo. Me parece que he abierto una especie de caja de Pandora que, sin yo saberlo, vivía dentro de mí. ¡Dios mío! ¿Me atreveré a ver todo lo que hay dentro? ¿La cerraré en cuanto pare este tren y me baje? ¿Seré capaz de vivir lo que contenga? ¡Bufff!, ¡ya está otra vez este maldito alma-rio! Agotada y sin siquiera fuerzas para abrir una caja de zapatos, intento relajarme antes de plantearme abrir, mirar, vivir o cerrar la caja de una tal Pandora porque, según cuentan, además de ser de un metal pesado, lleva varios siglos cerrada... ¡Pero eso sí!: al tiempo que apoyo la cabeza en esa ventanilla que previamente he vuelto a tapar corriendo la cortina azul con logotipos amarillos, mientras me coloco con la relativa posición fetal que permiten las circunstancias y el atrezo de Renfe, cierro los ojos para evocar algunos de los primeros diálogos cibernéticos con AMOSAPIENS. AMOSAPIENS: Mira, si en vez de tanta y tanta teoría tú y yo nos viéramos... Marta: ¿Qué? AMOSAPIENS: Que te daría más placer del que te hayan dado jamás. Marta: Qué atractivo. ¡Hasta ahora nunca había follado con fantasmas! AMOSAPIENS: No te preocupes: las sábanas no son necesarias para practicar BDSM. Marta: ¡Idiota! AMOSAPIENS: ¿AMO-idiota? ¡Pues no suena demasiado mal!