Literatura BDSM La Atadura ( Vanessa Duriés ) | Page 36
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Se adueñó entonces de mí un terror sin límites. No me sentía preparada para
afrontar una prueba que podía ser insoportable incluso para esclavos aguerridos.
Temblando de los pies a la cabeza, imploré a Pierre con la mirada, pero mi orgullo me
impedía exteriorizar el miedo. Miedo a la mutilación, al dolor, a que me marcaran el
cuerpo para siempre, miedo a gritar, miedo a disgustar, miedo a defraudar, miedo a mi
propio miedo, que me horrorizaba...
La mirada de Pierre no se ablandó ante mis mudas súplicas. Maïté se inclinó sobre mis
nalgas, que el Amo Julien mantenía inmóviles. No pude evitar lanzar un grito de t \