Literatura BDSM Justine o Los Infortunios de La Virtud (Sade) | Page 62
Omphale me dejó tranquila, y se acostó en su cama. Así que estoy en la mía, todo el horror de mi suerte
se presenta aún más vivamente ante mí; no acababa de creerme todas las abominaciones que había
sufrido, ni aquellas de las que había sido testigo. ¡Ay de mí!, si alguna vez mi imaginación se había
extraviado por esos placeres, yo los creía castos como el Dios que los inspiraba, ofrecidos por la
naturaleza para servir de consuelo a los humanos, los suponía nacidos del amor y de la delicadeza. Estaba
muy lejos de creer que el hombre, a ejemplo de los animales feroces, sólo pudiera disfrutar haciendo
temblar a su compañera... Después, volviendo sobre la fatalidad de mi suerte... «