Literatura BDSM Justine o Los Infortunios de La Virtud (Sade) | Page 24
exige, porque no siendo la suma de crímenes completa ni suficiente para las leyes del equilibrio, las
únicas que la gobiernan, exige un mayor número de éstos para el complemento de la balanza. Por
consiguiente, que no se asuste ni se detenga aquel cuya alma se sienta inclinada al mal; que lo cometa sin
temor, en el momento en que ha sentido su impulso: sólo resistiéndosele ofendería a la naturaleza. Pero
abandonemos por un instante la moral, ya que prefieres la teología. Debes saber pues, joven inocente, que
la religión en la que te amparas, no siendo más que la relación del hombre con Dios, culto que la criatura
creyó deber rendir a su creador, quedó aniquilada en cuanto la propia existencia de tal creador fue
demostrada como quimérica. Los primeros hombres, asustados por unos fenómenos que los
impresionaron, tuvieron que creer necesariamente que un ser sublime y desconocido por ellos había
dirigido su marcha y su influencia. Es propio de la debilidad suponer o temer la fuerza. La mente del
hombre, todavía demasiado infantil para buscar y para encontrar en el seno de la naturaleza las leyes del
movimiento, único resorte de todo el mecanismo que le asombraba, creyó más simple suponer un motor a
esta natura