Literatura BDSM Justine o Los Infortunios de La Virtud (Sade) | Page 18
que darían la mitad de su oro o de sus joyas por ocupar tu lugar! Escucha —añadió sin embargo después
de una breve reflexión—, yo tengo bastante dominio sobre esos truhanes para conseguir tu perdón,
siempre que te hagas digna de él.
—¡Ay, señora! ¿Qué debo hacer? —exclamé llorando—. Ordenádmelo, estoy dispuesta a todo.
—Seguirnos, alistarte con nosotros, y cometer los mismos actos sin la más ligera repugnancia: sólo a este
precio yo te libraré del resto.
Creí que no debía titubear. Al aceptar esta cruel condición, corría nuevos peligros, de acuerdo, pero serían
menos perentorios que éstos. Es posible que pudiera prevenirlos, mientras que nada era capaz de
sustraerme a los que me amenazaban.
—Iré a todas partes, señora —dije apresuradamente a la Dubois—, iré a todas partes, os lo prometo.
Salvadme de la furia de estos hombres, y no os abandonaré en toda mi vida.
—Hijos míos —dijo la Dubois a los cuatro bandidos—, esta joven ya es de la banda, yo la recibo y
protejo en ella. Os supli