Literatura BDSM Justine o Los Infortunios de La Virtud (Sade) | 页面 132
perdonaréis la idea que se me ocurre: si esta joven es culpable del acto de que la acusan, a buen seguro no
es su primer delito; no se llega en un día a fechorías de esta naturaleza. Examine a esta joven, señor, se lo
ruego... si por casualidad encontrara sobre su desdichado cuerpo... pero si nada la acusa, permitidme que
la defienda y la proteja.
El oficial aceptó la comprobación... estaba a punto de realizarse...
—Un momento, señor —dije, oponiéndome a ello—; esta investigación es inútil. La señora sabe
perfectamente que yo llevo esta espantosa marca; sabe perfectamente también qué infortunio la ocasionó:
este subterfugio por su parte es un acrecentamiento de horrores que se desvelarán, así como todo el resto,
en el mismo templo de Temis. Conducidme allí, señores: aquí tenéis mis manos, cubridlas de cadenas;
sólo el crimen se sonroja de llevarlas, a la virtud desgraciadamente la hacen gemir, y no la horrorizan.
—En verdad, no habría creído —dijo la Dubois— que mi idea tuviera tanto éxito; pero como esta criatura
agradece mis bondades hacia su persona con insidiosas acusaciones, me ofrezco a regresar con ella, si es
preciso. —Esta iniciativa es totalmente inútil, señora baronesa —dijo el oficial—, nuestras pesquisas sólo
tienen a esta joven por objeto: sus confesiones, la marca que la mancilla, todo la condena. Sólo la
necesitamos a ella, y os pedimos mil excusas por haberos molestado tanto tiempo. Fui inmediatamente
encadenada, arrojada a la grupa trasera de uno de esos jinetes, y la Dubois se fue acabando de insultarme
con el don de unos cuantos escudos dejados por conmi ͕Ʌ