Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 45
—¿Puedo ayudarte? —pregunto.
¿Cómo sabe mi nombre?
—No… solo quería verte.
Habla con una voz muy baja, inquietante. Y tiene un pelo oscuro como el
mío, que contrasta radicalmente con su piel blanca. Sus ojos son castaños, color
whisky, pero inexpresivos. No hay la menor chispa de vida en ellos. La tristeza
aparece grabada en su precioso y pálido rostro.
—Lo siento… pero estoy en desventaja —le digo educadamente, intentando
ignorar el escalofrío de advertencia que me sube por la columna vertebral.
La miro de cerca, y tiene un aspecto raro, descuidado y desvalido. La ropa
que lleva le va dos tallas grande, incluida la gabardina de marca.
Se echa a reír, con un sonido extraño y discordante que incrementa mi
ansiedad.
—¿Qué tienes tú que yo no tenga? —pregunta con tristeza.
Mi ansiedad se convierte en miedo.
—Perdona… ¿quién eres?
—¿Yo? No soy nadie.
Levanta un brazo para pasarse la mano por la melena que le llega al
hombro, y al hacerlo se le levanta la manga de la gabardina y se le ve un sucio vendaje
alrededor de la muñeca.
Dios…
—Que tenga un buen día, señorita Steele.
Da media vuelta y sube andando la calle mientras yo me quedo clavada en
el sitio. Veo cómo su delgada silueta desaparece de mi vista, perdiéndose entre los
trabajadores que salen en masa de sus despachos.
¿De qué iba eso?
Confusa, cruzo la calle hasta el bar, intentando asimilar lo que acaba de
pasar, mientras mi subconsciente levanta su fea cabeza y me dice entre dientes: Ella
tiene algo que ver con Christian.
El Fifty’s es un bar impersonal y cavernoso, con banderines y pósters de
béisbol colgados en las paredes. Jack está en la barra con Elizabeth y Courtney, la otra
ayudante editorial, dos tipos de contabilidad y Claire, de recepción, con sus
característicos aros de plata.
—¡Hola, Ana!
Jack me pasa una botella de Bud.
—Salud… gracias —murmuro, afectada todavía por mi encuentro con la
Chica Fantasma.
—Salud.
Chocamos las botellas y él sigue conversando con Elizabeth. Claire me
sonríe con simpatía.