Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 31
—No puedo más. ¿He comido bastante para el señor?
Él me observa impasible sin contestar, y consulta su reloj.
—De verdad que estoy llena —añado, y bebo un sorbo del delicioso vino.
—Hemos de irnos enseguida. Taylor está aquí, y mañana tienes que
levantarte pronto para ir a trabajar.
—Tú también.
—Yo funciono habiendo dormido mucho menos que tú, Anastasia. Al menos
has comido algo.
—¿Volveremos con el Charlie Tango?
—No, creo que me tomaré una copa. Taylor nos recogerá. Además, así al
menos te tendré en el coche para mí solo durante unas horas. ¿Qué podemos hacer
aparte de hablar?
Oh, ese es su plan.
Christian llama al camarero para pedirle la cuenta, luego coge su
BlackBerry y hace una llamada.
—Estamos en Le Picotin, Tercera Avenida Sudoeste.
Y cuelga. Sigue siendo muy cortante por teléfono.
—Eres muy cortante con Taylor; de hecho, con la mayoría de la gente.
—Simplemente voy directo al grano, Anastasia.
—Esta noche no has ido al grano. No ha cambiado nada, Christian.
—Tengo que hacerte una proposición.
—Esto empezó con una proposición.
—Una proposición diferente.
Vuelve el camarero, y Christian le entrega su tarjeta de crédito sin mirar la
cuenta. Me analiza con la mirada mientras el camarero pasa la tarjeta. Su teléfono
vibra una vez, y él lo observa detenidamente.
¿Tiene una proposición? ¿Y ahora qué? Me vienen a la mente un par de
posibilidades: un secuestro, trabajar para él. No, nada tiene sentido. Christian acaba de
pagar.
—Vamos. Taylor está fuera.
Nos levantamos y me coge la mano.
—No quiero perderte, Anastasia.
Me besa los nudillos con cariño, y la caricia de sus labios en mi piel
reverbera en todo mi cuerpo.
El Audi espera fuera. Christian me abre la puerta. Subo y me hundo en la
piel suntuosa. Él se dirige al asiento del conductor, Taylor sale del coche y hablan un
momento. Eso no es habitual en ellos. Estoy intrigada. ¿De qué hablan? Al cabo de un
momento suben los dos y observo a Christian, que luce su expresión impasible y mira
al frente.
Me concedo un momento para examinar su perfil: nariz recta, labios