Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 260
atractiva!
Siento que me arden las mejillas.
—Oh, Ethan. Es solo la ropa que llevo para trabajar —le regaño medio en
broma.
Claire, que nos está mirando desde su mostrador, arquea una ceja y sonríe
con ironía.
—¿Qué tal por Barbados?
—Divertido.
—¿Cuándo vuelve Kate?
—Ella y Elliot vuelven el viernes. Parece que van bastante en serio —dice
Ethan, alzando la mirada al cielo.
—La he echado de menos.
—¿Sí? ¿Cómo te ha ido con el magnate?
—¿El magnate? —Suelto una risita—. Bueno, está siendo interesante. Esta
noche nos invita a cenar.
—Genial.
Ethan parece sinceramente encantado. ¡Uf!
—Toma. —Le entrego las llaves—. ¿Tienes la dirección?
—Sí. Hasta luego, nena. —Se agacha y me besa en la mejilla.
—¿Eso lo dice Elliot?
—Sí, por lo visto se pega.
—Pues sí. Hasta luego.
Le sonrío y él recoge la enorme bolsa que ha dejado junto al sofá verde y
sale del edificio.
Cuando me doy la vuelta, Jack me está mirando desde el otro extremo del
vestíbulo, con expresión inescrutable. Yo le sonrío, radiante, y me dirijo de vuelta a mi
mesa, consciente en todo momento de que no me quita la vista de encima. Está
empezando a crisparme los nervios. ¿Qué hago? No tengo ni idea. Tendré que esperar
a que vuelva Kate. A ella se le ocurrirá algún plan. Pensar eso disipa mi inquietud, y
cojo el siguiente manuscrito.
***
A las seis menos cinco, suena el teléfono de mi mesa. Es Christian.
—Ha llegado el malhumorado Rudo y Enfadado —dice, y sonrío.
Cincuenta sigue juguetón. La diosa que llevo dentro aplaude, feliz como una
cría.
—Bien, aquí Loca por el Sexo e Insaciable. Deduzco que ya estás fuera —
digo.
—Efectivamente, señorita Steele. Tengo ganas de verla —dice en tono
cálido y seductor, y mi corazón empieza a brincar, frenético.
—Lo mismo digo, señor Grey. Ahora salgo.