Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 255
presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
Dejo la BlackBerry y me pongo a trabajar.
A la hora del almuerzo, Jack me pide que vaya a comprarle algo de comer.
En cuanto salgo de su despacho, llamo a Christian.
—Anastasia —contesta inmediatamente con voz cariñosa y acariciante.
¿Cómo consigue este hombre que me derrita por teléfono?
—Christian, Jack me ha pedido que vaya a comprarle la comida.
—Cabrón holgazán —maldice.
No le hago caso, y continúo:
—Así que voy a comprarla. Quizá sería más práctico que me dieras el
teléfono de Sawyer, y así no tendría que molestarte.
—No es ninguna molestia, nena.
—¿Estás solo?
—No. Aquí hay seis personas que me miran atónitas preguntándose con
quién demonios estoy hablando.
Oh, no…
—¿De verdad? —musito aterrada.
—Sí. De verdad. Mi novia —informa, apartándose del teléfono.
¡Madre mia!
—Seguramente todos creían que eras gay, ¿sabes?
Se ríe.
—Sí, seguramente.
Puedo percibir su sonrisa.
—Esto… tengo que colgar.
Estoy segura de que nota cuánto me avergüenza interrumpirle.
—Se lo comunicaré a Sawyer. —Vuelve a reírse—. ¿Has sabido algo de tu
amigo?
—Todavía no. Será usted el primero en enterarse, señor Grey.
—Bien. Hasta luego, nena.
—Adiós, Christian.
Sonrío. Cada vez que dice eso, me hace sonreír… tan impropio de
Cincuenta, pero en cierto modo, también tan de él.
Cuando salgo al cabo de pocos segundos, Sawyer ya me está esperando en
la puerta del edificio.
—Señorita Steele —me saluda muy formal.
—Sawyer —asiento a modo de respuesta, y nos encaminamos juntos hacia
la tienda.
Con Sawyer no me siento tan cómoda como con Taylor. Él sigue vigilando
la calle mientras caminamos por la acera. De hecho, consigue ponerme más nerviosa, y
también yo acabo haciendo lo mismo.