Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 209

Arqueo una ceja y él sonríe. —Vaya, señorita Steele, ¿qué quiere decir? Al acercarse a mí, se detiene en una mesita empotrada en una de las estanterías. Alarga la mano y coge una regla de plástico transparente de unos treinta centímetros. La sujeta por ambos extremos y la dobla, sin apartar los ojos de mí. Oh, Dios… el arma que ha escogido. Se me seca la boca. De pronto estoy acalorada y sofocada y húmeda en todas las partes esperadas. Únicamente Christian puede excitarme solo con mirarme y flexionar una regla. Se la mete en el bolsillo trasero de sus vaqueros y camina tranquilamente hacia mí, sus oscuros ojos cargados de expectativas. Sin decir palabra, se arrodilla delante de mí y empieza a desatarme las Converse, con rapidez y efica 6