Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 191

10 Mac no tardará en volver —dice en voz baja. —Mmm… Abro los ojos parpadeantes y me encuentro con su dulce mirada gris. Dios… los suyos tienen un color extraordinario; sobre todo aquí, en mar abierto: reflejan la luz que reverbera en el agua y en el interior de la cabina a través de los pequeños ojos de buey. —Aunque me encantaría estar aquí tumbado contigo toda la tarde, Mac necesitará que le ayude con el bote. —Christian se inclina sobre mí y me besa dulcemente—. Estás tan hermosa ahora mismo, Ana, toda despeinada y tan sexy. Hace que te desee aún más. Sonríe y se levanta de la cama. Yo me tumbo boca abajo y admiro las vistas. —Tú tampoco estás mal, capitán. Chasqueo los labios admirada y él sonríe satisfecho. Le veo deambular con elegancia por el camarote mientras se viste. Ese maravilloso hombre acaba de hacerme el amor tiernamente otra vez. Apenas puedo creer la suerte que tengo. Apenas puedo creer que ese hombre sea mío. Se sienta a mi lado para ponerse los zapatos. —Capitán, ¿eh? —dice con sequedad—. Bueno, soy el amo y señor de este barco. Ladeo la cabeza. —Tú eres el amo y señor de mi corazón, señor Grey. Y de mi cuerpo… y de mi alma. Mueve la cabeza, incrédulo, y se inclina para besarme. —Estaré en cubierta. Hay una ducha en el baño, si te apetece. ¿Necesitas algo? ¿Una copa? —pregunta solícito, y lo único que soy capaz de hacer es sonreírle. ¿Es este el mismo hombre? ¿Es el mismo Cincuenta? —¿Qué pasa? —dice como reacción a mi bobalicona sonrisa. —Tú. —¿Qué pasa conmigo? —¿Quién eres tú y qué has hecho con Christian? Tuerce la boca y sonríe con tristeza. —No está muy lejos, nena —dice suavemente, y hay un deje melancólico en su voz que hace que inmediatamente lamente haberle hecho esa pregunta. Pero Christian sacude la cabeza para desechar la idea—. No tardarás en verle —dice