Literatura BDSM Cincuenta sombras más oscuras | Page 146
—He disfrutado mucho de la velada, Anastasia. Gracias.
—Yo también. De unas partes más que de otras —digo sonriendo.
Él también sonríe y asiente, y luego arquea una ceja.
—No te muerdas el labio —me advierte de un modo que me altera la
sangre.
—¿Qué querías decir con que mañana es un día importante? —pregunto,
para distraer mi mente.
—La doctora Greene vendrá para solucionar lo tuyo. Además, tengo una
sorpresa para ti.
—¡La doctora Greene!
Me paro en seco.
—Sí.
—¿Por qué?
—Porque odio los preservativos —dice tranquilamente.
Sus ojos, que brillan bajo la suave luz de los farolillos de papel, escrutan
mi reacción.
—Es mi cuerpo —murmuro, molesta porque no me lo haya consultado.
—También es mío —susurra.
Le miro fijamente mientras varios invitados pasan por nuestro lado sin
hacernos caso. Su expresión es muy seria. Sí, mi cuerpo es suyo… él lo sabe mejor que
yo.
Alargo la mano y él parpadea levemente, pero se queda quieto. Cojo una
punta de la pajarita, tiro de ella y la desato, dejando a la vista el botón superior de su
camisa. Lo desabrocho con cuidado.
—Así estás muy sensual —susurro.
De hecho, siempre está sensual, pero así aún más.
Sonríe.
—Tengo que llevarte a casa. Ven.
Cuando llegamos al coche, Sawyer le entrega un sobre a Christian. Frunce
el ceño y me mira cuando Taylor me abre la puerta para que suba. Por alguna razón,
Taylor parece aliviado. Christian entra en el coche y me da el sobre, sin abrir, mientras
Taylor y Sawyer ocupan sus asientos delante.
—Va dirigido a ti. Alguien del servicio se lo dio a Sawyer. Sin duda, de
parte de otro corazón cautivo.
Christian hace una mueca. Es obvio que la idea le desagrada.
Miro la nota. ¿De quién será? La abro y me apresuro a leerla bajo la escasa
luz. Oh, no… ¡es de ella! ¿Por qué no me deja en paz?
Puede que te haya juzgado mal. Y está claro que tú me has juzgado mal a
mí. Llámame si necesitas llenar alguno de los espacios en blanco; podríamos quedar
para comer. Christian no quiere que hable contigo, pero estaría encantada de poder