Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 450

tiene unos dedos fuertes y experimentados. Se inclina y me besa la cabeza. —¿Qué música era esa? —logro balbucear. —Es el motete a cuarenta voces de Thomas Tallis, titulado Spem in alium. —Ha sido… impresionante. —Siempre he querido follar al ritmo de esa pieza. —¿No me digas que también ha sido la primera vez? —En efecto, señorita Steele. Vuelvo a gemir mientras sus dedos obran su magia en mis hombros. —Bueno, también es la primera vez que yo follo con esa música —murmuro soñolienta. —Mmm… tú y yo nos estamos estrenando juntos en muchas cosas —dice con total naturalidad. —¿Qué te he dicho en sueños, Chris… eh… señor? Interrumpe un momento el masaje. —Me has dicho un montón de cosas, Anastasia. Me has hablado de jaulas y fresas, me has dicho que querías más y que me echabas de menos. Ah, gracias a Dios. —¿Y ya está? —pregunto con evidente alivio. Christian concluye su espléndido masaje y se tumba a mi lado, hincando el codo en la cama para levantar la cabeza. Me mira ceñudo. —¿Qué pensabas que habías dicho? Oh, mierda. —Que me parecías feo y arrogante, y que eras un desastre en la cama. Frunce aún más la frente. —Vale, está claro que todo eso es cierto, pero ahora me tienes intrigado de verdad. ¿Qué es lo que me ocultas, señorita Steele? Parpadeo con aire inocente. —No te oculto nada. —Anastasia, mientes fatal. —Pensaba que me ibas a hacer reír después del sexo.