Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 406
desconcertante y tentador, en mi cabeza.
—Ay, nooo… —protesto.
Quiero volver a su pecho, a mi sueño. ¿Por qué me despierta? Es de madrugada,
o eso parece. Madre mía. ¿No querrá sexo ahora?
—Es hora de levantarse, nena. Voy a encender la lamparita —me dice en voz
baja.
—No —protesto de nuevo.
—Quiero perseguir el amanecer contigo —dice besándome la cara, los párpados,
la punta de la nariz, la boca, y entonces abro los ojos. La lamparita está
encendida—. Buenos días, preciosa —murmura.
Protesto, y él sonríe.
—No eres muy madrugadora —susurra.
Deslumbrada por la luz, entreabro los ojos y veo a Christian inclinado sobre mí,
sonriendo. Divertido. Divertido conmigo. ¡Vestido! De negro.
—Pensé que querías sexo —me quejo.
—Anastasia, yo siempre quiero sexo contigo. Reconforta saber que a ti te pasa lo
mismo —dice con sequedad.
Lo miro mientras mis ojos se adaptan a la luz y aún lo veo risueño… menos mal.
—Pues claro que sí, solo que no tan tarde.
—No es tarde, es temprano. Vamos, levanta. Vamos a salir. Te tomo la palabra
con lo del sexo.
—Estaba teniendo un sueño tan bonito —gimoteo.
—¿Con qué soñabas? —pregunta paciente.
—Contigo.
Me ruborizo.
—¿Qué hacía esta vez?
—Intentabas darme de comer fresas.
En sus labios se dibuja un conato de sonrisa.
—El doctor Flynn tendría para rato con eso. Levanta, vístete. No te molestes en
ducharte, ya lo haremos luego.
¡Lo haremos!