Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 385

Frunce la boca y le brillan los ojos. —Su marido se enteró. ¡Madre mía! —¿Te importa que hablemos de esto en otro momento, en un sitio más discreto? —gruñe. —Dudo que consigas convencerme de que no es una especie de pedófila. —Yo no la veo así. Nunca lo he hecho. ¡Y basta ya! —espeta. —¿La querías? —¿Cómo vais? Mi madre reaparece sin que ninguno de los dos nos hayamos percatado. Me planto una falsa sonrisa en los labios mientras Christian y yo nos enderezamos precipitadamente en el asiento, como si estuviéramos haciendo algo malo. Mi madre me mira. —Bien, mamá. Christian sorbe su copa, observándome detenidamente con expresión cautelosa. ¿Qué estará pensando? ¿La quiso? Me parece que, como diga que sí, me voy a enfadar, y mucho. —Bueno, señoras, os dejo disfrutar de vuestra velada. No, no, no me puede dejar así, con la duda. —Por favor, que carguen estas copas en mi cuenta, habitación 612. Te llamo por la mañana, Anastasia. Hasta mañana, Carla. —Oh, me encanta que alguien te llame por tu nombre completo, hija. —Un nombre precioso para una chica preciosa —murmura Christian, estrechando la mano que mi madre le tiende, y ella sonríe con afectación. Ay, mamá… ¿tú también, traidora? Me levanto y lo miro, implorándole que responda a mi pregunta, y él me da un casto beso en la mejilla. —Hasta luego, nena —me susurra al oído. Y se va. Maldito capullo controlador. La rabia retorna con plena fuerza. Me dejo caer en la silla y me vuelvo hacia mi madre. —Vaya, me has dejado anonadada, Ana. Menudo partidazo. Eso sí, no sé qué os traéis entre manos. Me parece que tenéis que hablar. Uf, la tensión subyacente… es