Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 383
—¿En serio?
Christian arquea una ceja, con una expresión risueña en el rostro, y yo vuelvo a
ruborizarme.
Llega el camarero con nuestras copas.
—Hendricks, señor —declara con una floritura triunfante.
—Gracias —murmura Christian en reconocimiento.
Sorbo nerviosa mi nuevo Cosmo.
—¿Cuánto tiempo vas a estar en Georgia, Christian? —pregunta mamá.
—Hasta el viernes, señora Adams.
—¿Cenarás con nosotros mañana? Y, por favor, llámame Carla.
—Me encantaría, Carla.
—Estupendo. Si me disculpáis un momento, tengo que ir al lavabo.
Pero si acabas de ir, mamá. La miro desesperada cuando se levanta y se marcha,
dejándonos solos.
—Así que te has enfadado conmigo por cenar con una vieja amiga.
Christian vuelve su mirada ardiente y recelosa hacia mí y, llevándose mi mano a
los labios, me besa suavemente los nudillos uno por uno.
Dios… ¿tiene que hacer esto ahora?
—Sí —mascullo mientras la sangre me recorre ardiente el cuerpo entero.
—Nuestra relación sexual terminó hace tiempo, Anastasia —me susurra—. Yo
solo te deseo a ti. ¿Aún no te has dado cuenta?
Lo miro extrañada.
—Para mí es una pederasta, Christian.
Contengo el aliento a la espera de su reacción.
Christian palidece.
—Eso es muy crítico por tu parte. No fue así —susurra conmocionado,
soltándome la mano.
¿Crítico?
—Ah, ¿cómo fue entonces? —pregunto.
Los Cosmos me envalentonan.