Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 378

que deberíamos salir de copas esta noche. Así que dejamos a Bob delante del televisor, y al rato ya estamos en el lujoso bar del hotel más exclusivo de Savannah. Yo voy por el segundo Cosmopolitan; mi madre, por el tercero. Continúa desvelándome su percepción del frágil ego masculino. Resulta desconcertante. —Verás, Ana, los hombres piensan que todo lo que sale de la boca de una mujer es un problema que hay que resolver. No se enteran de que lo que nos gusta es darles vueltas a las cosas, hablar un poco y luego olvidar. A ellos les va más la acción. —Mamá, ¿por qué me cuentas todo eso? —pregunto sin poder ocultar mi exasperación. Lleva así todo el día. —Cariño, te veo tan perdida. Nunca has traído a un chico a casa. Ni siquiera tuviste novio cuando vivíamos en Las Vegas. Pensé que habría algo con ese chico que conociste en la universidad, José. —Mamá, José no es más que un amigo. —Ya lo sé, cielo, pero pasa algo, y tengo la impresión de que no me lo estás contando todo. Me mira, con el rostro fruncido de preocupación maternal. —Necesitaba distanciarme un poco de Christian para aclararme, nada más. A veces me agobia un poco. —¿Te agobia? —Sí. Pero lo echo de menos. Frunzo el ceño. No he sabido nada de Christian en todo el día. Ni un correo, nada. Estoy tentada de llamarlo para ver si está bien. Mi mayor temor es que haya tenido un accidente; el segundo mayor temor es que la señora Robinson haya vuelto a clavarle sus garras. Sé que no es racional, pero, en lo que a ella respecta, parece que he perdido la perspectiva. —Cariño, tengo que ir al lavabo. La breve ausencia de mi madre me proporciona otra ocasión para echar un vistazo a la BlackBerry. Llevo todo el día mirando a escondidas el correo. Por fin… ¡Christian me ha contestado! De: Christian GreyFecha: 1 de junio de 2011 21:40 ESTPara: Anastasia