Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 353

uno de los conjuntos de Kate, un pichi negro con una blusa blanca y mis zapatos negros de tacón. Muy de entrevista, creo yo. Llevo el pelo recogido en un moño prieto y, por una vez, los mechones se están comportando. Me tiende la mano. —Hola, Ana, me llamo Elizabeth Morgan. Soy la jefa de recursos humanos de SIP. —¿Cómo está? Le estrecho la mano. La veo muy informal para ser jefa de recursos humanos. —Sígueme, por favor. Pasamos la puerta de doble hoja que hay detrás de la zona de recepción y entramos en una oficina grande y diáfana de decoración luminosa, y de ahí a una pequeña sala de reuniones. Las paredes son de color verde claro y están llenas de fotos de cubiertas de libros. A la cabecera de la mesa de conferencias de madera de arce está sentado un hombre joven, pelirrojo, con la melena recogida en una coleta. En ambas orejas le brillan unos pequeños aros de plata. Viste camisa azul claro, sin corbata, y pantalones de algodón gris oscuro. Cuando me acerco a él, se levanta y me mira con unos ojos azul oscuro insondables. —Ana Steele, soy Jack Hyde, director de adquisiciones de SIP. Encantado de conocerte. Nos damos la mano. Su mirada oscura me resulta impenetrable, aunque suficientemente afable, creo. —¿Vienes de muy lejos? —me pregunta amablemente. —No, acabo de mudarme a la zona de Pike Street Market. —Ah, entonces vives muy cerca. Siéntate, por favor. Me siento, y Elizabeth toma asiento a mi lado. —Dinos, ¿por qué quieres trabajar como becaria en SIP, Ana? —pregunta. Pronuncia mi nombre con suavidad y ladea la cabeza, como alguien que yo me sé; resulta inquietante. Esforzándome por ignorar el recelo irracional que me inspira, me lanzo a soltarle mi discurso cuidadosamente preparado, consciente de que un rubor sonrosado se extiende por mis mejillas. Los miro a los dos, recordando la charla de Katherine Kavanagh sobre cómo salir airoso de una entrevista: «¡Mantén el contacto visual, Ana!». Dios, qué mandona puede ser ella también, a veces. Jack y Elizabeth me escuchan con atención. —Tienes una nota media impresionante. ¿De qué actividades extracurriculares has disfrutado en tu universidad?