Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 341

prodigioso y desesperado. —¡Ana! Guarda silencio, jadeando encima de mí, con las manos aún trenzadas en las mías por encima de mi cabeza. Por fin se vuelve y me mira. —Me ha gustado —susurra, y me besa tiernamente. No se entretiene con más besos dulces, sino que se levanta, me tapa con el edredón y se mete en el baño. Cuando vuelve, trae un frasco de loción blanca. Se sienta en la cama a mi lado. —Date la vuelta —me ordena y, a regañadientes, me pongo boca abajo. La verdad, no sé para qué tanto lío. Tengo mucho sueño. —Tienes el culo de un color espléndido —dice en tono aprobador, y me extiende la loción refrescante por el trasero sonrosado. —Déjalo ya, Grey —digo bostezando. —Señorita Steele, es usted única estropeando un momento. —Teníamos un trato. —¿Cómo te sientes? —Estafada. Suspira, se tiende en la cama a mi lado y me estrecha en sus brazos. Con cuidado de no rozarme el trasero escocido, vuelve a hacerme la cucharita. Me besa muy suavemente detrás de la oreja. —La mujer que me trajo al mundo era una puta adicta al crack, Anastasia. Duérmete. Dios mío… ¿y eso qué significa? —¿Era? —Murió. —¿Hace mucho? Suspira. —Murió cuando yo tenía cuatro años. No la recuerdo. Carrick me ha dado algunos detalles. Solo recuerdo ciertas cosas. Por favor, duérmete. —Buenas noches, Christian. —Buenas noches, Ana.