Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 321

—Baja la voz —gruñe. Oh, no… esto no pinta bien, a mi subconsciente le tiemblan las piernas. Está enfadado por algo: podría ser por lo de José, lo de Georgia, lo de las bragas, que me haya mordido el labio. Dios, mira que es fácil de enfadar. —¿Adónde me llevas? —digo. —Al embarcadero —espeta. Me agarro a sus caderas, porque estoy cabeza abajo, y él avanza decidido a grandes zancadas por el césped a la luz de la luna. —¿Por qué? Me falta el aliento, ahí colgada de su hombro. —Necesito estar a solas contigo. —¿Para qué? —Porque te voy a dar unos azotes y luego te voy a follar. —¿Por qué? —gimoteo. —Ya sabes por qué —me susurra furioso. —Pensé que eras un hombre impulsivo —suplico sin aliento. —Anastasia, estoy siendo impulsivo, te lo aseguro. Madre mía.