Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 285
A las ocho suena el interfono. Kate da un bote y a mí se me sube el corazón a la
boca.
—Un paquete, señorita Steele, señorita Kavanagh.
La decepción corre de forma libre e inesperada por mis venas. No es Christian.
—Segundo piso, apartamento dos.
Kate abre al mensajero. El chaval se queda boquiabierto al ver a Kate, con sus
vaqueros ajustados, su camiseta y el pelo recogido en un moño con algunos
mechones sueltos. Tiene ese efecto en los hombres. El chico sostiene una botella de
champán con un globo en forma de helicóptero atado a ella. Kate lo despide con
una sonrisa deslumbrante y me lee la tarjeta.
Señoritas:
Buena suerte en su nuevo hogar.
Christian Grey
Kate mueve la cabeza en señal de desaprobación.
—¿Es que no puede poner solo «de Christian»? ¿Y qué es este globo tan raro en
forma de helicóptero?
—Charlie Tango.
—¿Qué?
—Christian me llevó a Seattle en su helicóptero.
Me encojo de hombros.
Kate me mira boquiabierta. Debo decir que me encantan estas ocasiones, porque
son pocas: Katherine Kavanagh, muda y pasmada. Me doy el gustazo de disfrutar
del instante.
—Pues sí, tiene helicóptero y lo pilota él —digo orgullosa.
—Cómo no… Ese capullo indecentemente rico tiene helicóptero. ¿Por qué no me
lo habías contado?
Kate me mira acusadora, pero sonríe, cabeceando con incredulidad.