Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 280
Luego se despide con un gesto, sube a mi coche y se aleja en él.
El piso, el Escarabajo, los Clayton… todo ha cambiado ya. Meneo la cabeza
mientras vuelvo a entrar en casa. Y el mayor cambio de todos es Christian Grey.
Taylor piensa que es «un buen hombre». ¿Puedo creerle?
A las ocho, cenamos comida china con José. Hemos terminado. Ya lo hemos
empaquetado todo y estamos listas para el traslado. José trae varias botellas de
cerveza; Kate y yo nos sentamos en el sofá, él se sienta en el suelo, con las piernas
cruzadas, entre las dos. Vemos telebasura, bebemos cerveza y, a medida que va
avanzando la noche y la cerveza va haciendo efecto, bulliciosos y emotivos, vamos
rescatando recuerdos. Han sido cuatro años estupendos.
Mi relación con José ha vuelto a la normalidad, olvidado ya el conato de beso.
Bueno, lo he metido debajo de la alfombra en la que está tumbada la diosa que
llevo dentro, comiendo uvas y tamborileando con los dedos, esperando con
impaciencia el domingo. Llaman a la puerta y el corazón se me sube a la boca.
¿Será…?
Abre Kate y Elliot prácticamente la coge en volandas. La envuelve en un abrazo
hollywoodiense que enseguida se convierte en un apasionado estrujón europeo.
Por favor, marchaos a un hotel. José y yo nos miramos. Me espanta su falta de
pudor.
—¿Nos vamos al bar? —le pregunto a José, que asiente enérgicamente.
A los dos nos incomoda demasiado el erotismo desenfrenado que se despliega
ante nosotros. Kate me mira, sonrojada y con los ojos brillantes.
—José y yo vamos a tomar algo.
Le pongo los ojos en blanco. ¡Ja! Aún puedo poner los ojos en blanco cuando me
plazca.
—Vale.
Sonríe.
—Hola, Elliot. Adiós, Elliot.
Me guiña uno de sus enormes ojos azules, y José y yo salimos por la puerta,
riendo como dos adolescentes.
Mientras bajamos la calle despacio en dirección al bar, me cojo del brazo de José.
Dios, es una persona tan normal. No había sabido valorarlo hasta ahora.
—Vendrás de todas formas a la inauguración de mi exposición, ¿verdad?