Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 270
—Pues me parece que eso lo has entendido al revés —dice.
—¿El qué?
—Ay, Anastasia, eres tú la que me ha hechizado. ¿Es que no es obvio?
No, para mí no. Hechizado. La diosa que llevo dentro está boquiabierta. Ni
siquiera ella se lo cree.
—Todavía no has respondido a mi pregunta. Mándame un correo, por favor.
Pero ahora mismo. Me gustaría dormir un poco. ¿Me puedo quedar?
—¿Quieres quedarte?
No puedo ocultar la ilusión que me hace.
—Querías que viniera.
—No has respondido a mi pregunta.
—Te mandaré un correo —masculla malhumorado.
Poniéndose en pie, se vacía los bolsillos: BlackBerry, llaves, cartera y dinero. Por
Dios, los hombres llevan un montón de mierda en los bolsillos. Se quita el reloj, los
zapatos, los calcetines, y deja la americana encima de mi silla. Rodea la cama hasta
el otro lado y se mete dentro.
—Túmbate —me ordena.
Me deslizo despacio bajo las sábanas con una mueca de dolor, mirándolo
fijamente. Madre mía, se queda. Me siento paralizada de gozoso asombro. Se
incorpora sobre un codo, me mira.
—Si vas a llorar, llora delante de mí. Necesito saberlo.
—¿Quieres que llore?
—No en particular. Solo quiero saber cómo te sientes. No quiero que te me
escapes entre los dedos. Apaga la luz. Es tarde y los dos tenemos que trabajar
mañana.
Ya lo tengo aquí, tan dominante como siempre, pero no me quejo: está en mi
cama. No acabo de entender por qué. Igual FV&W,: