Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 22
artículo, muy concentrada y tecleando frenéticamente. Yo estoy agotada, rendida
por el largo viaje en coche, por la dura entrevista y por no haber parado de aquí
para allá en Clayton’s. Me dejo caer en el sofá pensando en el trabajo de la facultad
que tengo que terminar y en que no he podido estudiar nada porque estaba con…
él.
—Lo que me has traído está genial, Ana. Lo has hecho muy bien. No puedo
creerme que no aceptaras su oferta de enseñarte el edificio. Está claro que quería
pasar más rato contigo.
Me lanza una fugaz mirada burlona.
Me ruborizo e inexplicablemente mis pulsaciones se aceleran. Seguro que no era
por eso. Solo quería mostrarme el edificio para que viera que era el amo y señor de
todo aquello. Soy consciente de que estoy mordiéndome el labio y confío en que
Kate no se dé cuenta, pero mi amiga parece estar concentrada en la transcripción.
—Ya entiendo lo que quieres decir con eso de formal. ¿Tomaste notas? —me
pregunta.
—Mmm… No.
—No pasa nada. Con lo que hay me basta para un buen artículo. Lástima que no
tengamos fotos propias. El hijo de puta está bueno, ¿no?
Me ruborizo.
—Supongo.
Intento dar a entender que me da igual, y creo que lo consigo.
—Vamos, Ana… Ni siquiera tú puedes ser inmune a su atractivo.
Me mira y alza una ceja perfecta.
¡Mierda! Siento que me arden las mejillas, así que la distraigo haciéndole la
pelota, que siempre funciona.
—Seguramente tú le habrías sacado mucho más.
—Lo dudo, Ana. Vamos… casi te ha ofrecido trabajo. Teniendo en cuenta que te
lo endosé en el último minuto, lo has hecho muy bien.
Me mira interrogante. Me retiro corriendo a la cocina.
—Dime, ¿qué te ha parecido?
Maldita sea, no para de preguntar. ¿Por qué no lo deja de una vez? Piensa algo,
rápido.
—Es muy tenaz, controlador y arrogante… Da miedo, pero es muy carismático.