Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 180

del mundo se me había ocurrido que pudiera dejarlo todo para pasarse por aquí. —¿Puedo sentarme? —me pregunta, ahora con ojos divertidos. Gracias, Dios mío… Quizá la broma le ha parecido graciosa. Asiento. Mi capacidad de hablar sigue sin hacer acto de presencia. Christian Grey está sentado en mi cama… —Me preguntaba cómo sería tu habitación —me dice. Miro a mi alrededor pensando por dónde escapar. No, sigue sin haber nada más que la puerta y la ventana. Mi habitación es funcional, pero acogedora: pocos muebles blancos de mimbre y una cama doble blanca, de hierro, con una colcha de patchwork que hizo mi madre cuando estaba en su etapa de labores hogareñas. Es azul cielo y crema. —Es muy serena y tranquila —murmura. No en este momento… no contigo aquí. Al final mi bulbo raquídeo recupera la determinación. Respiro. —¿Cómo…? Me sonríe. —Todavía estoy en el Heathman. Eso ya lo sabía. —¿Quieres tomar algo? Tengo que decir que la educación siempre se impone. —No, gracias, Anastasia. Esboza una deslumbrante media sonrisa con la cabeza ligeramente ladeada. Bueno, seguramente sea yo quien necesita una copa. —Así que ha sido agradable conocerme… Maldita sea, ¿se ha ofendido? Me miro los dedos. A ver cómo salgo de esta. Si le digo que solo era una broma, no creo que le guste mucho. —Pensaba que me contestarías por e-mail —le digo en voz muy baja, patética. —¿Estás mordiéndote el labio a propósito? —me pregunta muy serio. Pestañeo, abro la boca y suelto el labio. —No era consciente de que me lo estaba mordiendo —murmuro. El corazón me late muy deprisa. Siento la tensión, esa exquisita electricidad