Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 13

actividades físicas. —Cambia de posición en su silla—. Soy muy rico, señorita Steele, así que tengo aficiones caras y fascinantes. Echo un rápido vistazo a las preguntas de Kate con la intención de no seguir con ese tema. —Invierte en fabricación. ¿Por qué en fabricación en concreto? —le pregunto. ¿Por qué hace que me sienta tan incómoda? —Me gusta construir. Me gusta saber cómo funcionan las cosas, cuál es su mecanismo, cómo se montan y se desmontan. Y me encantan los barcos. ¿Qué puedo decirle? —Parece que el que habla es su corazón, no la lógica y los hechos. Frunce los labios y me observa de arriba abajo. —Es posible. Aunque algunos dirían que no tengo corazón. —¿Por qué dirían algo así? —Porque me conocen bien. —Me contesta con una sonrisa irónica. —¿Dirían sus amigos que es fácil conocerlo? Y nada más preguntárselo lamento haberlo hecho. No está en la lista de Kate. —Soy una persona muy reservada, señorita Steele. Hago todo lo posible por proteger mi vida privada. No suelo ofrecer entrevistas. —¿Por qué aceptó esta? —Porque soy mecenas de la universidad, y porque, por más que lo intentara, no podía sacarme de encima a la señorita Kavanagh. No dejaba de dar la lata a mis relaciones públicas, y admiro esa tenacidad. Sé lo tenaz que puede llegar a ser Kate. Por eso estoy sentada aquí, incómoda y muerta de vergüenza ante la mirada penetrante de este hombre, cuando debería estar estudiando para mis exámenes. —También invierte en tecnología agrícola. ¿Por qué le interesa este ámbito? —El dinero no se come, señorita Steele, y hay demasiada gente en el mundo que no tiene qué comer. —Suena muy filantrópico. ¿Le apasiona la idea de alimentar a los pobres del mundo? Se encoge de hombros, como dándome largas. —Es un buen negocio —murmura.