Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 11
—No, no me importa.
—¿Le explicó Kate… digo… la señorita Kavanagh para dónde era la entrevista?
—Sí. Para el último número de este curso de la revista de la facultad, porque yo
entregaré los títulos en la ceremonia de graduación de este año.
Vaya. Acabo de enterarme. Y por un momento me preocupa que alguien no
mucho mayor que yo —vale, quizá seis o siete años, y vale, un megatriunfador,
pero aun así— me entregue el título. Frunzo el ceño e intento centrar mi caprichosa
atención en lo que tengo que hacer.
—Bien —digo tragando saliva—. Tengo algunas preguntas, señor Grey.
Me coloco un mechón de pelo detrás de la oreja.
—Sí, creo que debería preguntarme algo —me contesta inexpresivo.
Está burlándose de mí. Al darme cuenta de ello, me arden las mejillas. Me
incorporo un poco y estiro la espalda para parecer más alta e intimidante. Pulso el
botón de la grabadora intentando parecer profesional.
—Es usted muy joven para haber amasado este imperio. ¿A qué se debe su
éxito?
Le miro y él esboza una sonrisa burlona, pero parece ligeramente decepcionado.
—Los negocios tienen que ver con las personas, señorita Steele, y yo soy muy
bueno analizándolas. Sé cómo funcionan, lo que les hace ser mejores, lo que no, lo
que las inspira y cómo incentivarlas. Cuento con un equipo excepcional, y les pago
bien. —Se calla un instante y me clava su mirada gris—. Creo que para tener éxito
en cualquier ámbito hay que dominarlo, conocerlo por dentro y por fuera, conocer
cada uno de sus detalles. Trabajo duro, muy duro, para conseguirlo. Tomo
decisiones basándome en la lógica y en los hechos. Tengo un instinto innato para
reconocer y desarrollar una buena idea, y seleccionar a las personas adecuadas. La
base es siempre contar con las personas adecuadas.
—Quizá solo ha tenido suerte.
Este comentario no está en la lista de Kate, pero es que es tan arrogante… Por un
momento la sorpresa asoma a sus ojos.
—No creo en la suerte ni en la casualidad, señorita Steele. Cuanto más trabajo,
más suerte tengo. Realmente se trata de tener en tu equipo a las personas
adecuadas y saber dirigir sus esfuerzos. Creo que fue Harvey Firestone quien dijo
que la labor más importante de los directivos es que las personas crezcan y se
desarrollen.