Linda, mi perrita de la infancia Linda, mi perrita de la infancia | Page 14

Adiós Después de aquella operación, Eva estuvo más tiempo con su perrita. ¡Qué días tan bonitos! Eva recordaba los momentos felices de su infancia en los que Linda siempre estaba presente. Los años pasaron y, pese a que Linda se recuperó de aquella intervención, la perra ya no era la misma. Le costaba más moverse. Con los años comenzó a perder la vista y el oído. Era una sombra de la perra que había sido, ya no tenía esa energía arrolladora. Lo único que deseaba era dormir y descansar. Y, finalmente, las fuerzas abandonaron a Linda un frío día de noviembre. Eva recordaría ese último momento el resto de su vida. Pese a que la perra había perdido facultades y apenas la reconocía a ella ni a sus padres, dio su último adiós a su ama, un último lamido que Eva siempre recordaría. Eva supo que Linda se despedía de ella.