Limashun Nº 44 44-LIMASHUN | Page 14

Página 14 de 20 PROSA POÉTICA Andrea Bedregal Zegarra CON SUTILES TRAZOS, EMPEZÓ LA LINEA A DISEÑAR SU MURAL. Más de uno puede dar fe de que el dibujo se hace solo, que las mezclas ofrecen sus colores, que las paredes acarician nuestras manos, que el diseño emerge un poco después de limpiar el cemento, que nosotros solo somos herramientas y que el pincel es la conexión entre la inspiración y el color. Los matices han jugado sobre nuestros dedos, para darnos una experiencia subliminal, donde el protagonismo se lo lleva la pared, que con vida nos dice: “Gracias, vuelvan pronto”. He refrescado mi mente con las estrellas de Pichos, he alegrado mis días con las ocu- rrencias y optimismo de Raul, he agradecido el trabajo de Yanina ¡incomparable! Y Yalexia nos dotó de fuerzas, que aunque fuera solo un día, fue más que suficiente para mantenernos toda la semana. Y Sharmely nos hizo creer en la familia, ahí está siempre que la necesitas. El resultado, niños que se creían pintores, pobladores que recordaban con nostalgia su artesanía, cantos que imitaban al gorrión y un sinfín de agradecimientos que perdurarán más que cualquier valor que le hayan podido dar a nuestro trabajo. Siempre he creído que los dedicados al arte estamos bendecidos, pues podemos disfru- tar de estos momentos de juego con la materia, amoldar el trazo, vivir humanamente en los sentidos, pero ser dioses al concluir una obra. La experiencia en Pichos – Huancavelica, no solo fueron los murales 41 al 46, sino el inicio de nuevas manos pictóricas. POESÍA Andrea A. Bedregal Zegarra A BELÉN En luces de tenue y sútil cariño Tus manos regresan tocando mi llanto Cansadas de tanto llorar al testigo Que hoy nos separa en rezos sin santos Maldigo con altos gruñidos las voces Que dictan sentencia, golpeo mi pecho Clamando, rezando, por todas las veces Que frágiles juegos rogaron mi lecho. Te amo pequeña flor, calma tus sueños Allá te espera papá con sus juegos Oremos a dios y volemos sin miedos. Valiente Andreia ojitos de luna Saciad tus lamentos, pintemos el suelo Que hoy dejarás por ascender el vuelo.