CUENTO
Juliette M. Carrillo Anccasi
“PERFUME”
L
a reina Isabel III del trono de Inglaterra, hija del falle-
cido rey Carlos II, recibirá oficialmente la corona y el tí-
tulo de Reina. La prensa y todo el país espera, el salón está
listo, los ministros y la familia real se encuentran a espera del
momento importante.
Llegaron los mejores sastres de Londres para vestir a la
reina, pero inesperadamente llegó un personaje muy extraño lle-
vando un regalo para la reina, parecía extranjero y muy anciano,
traía consigo un cofre con indicaciones de que sea entregado a
la reina personalmente, el cofre era pequeño y estaba cerrada
con llave. El regalo provenía desde Francia de uno de los mejores
perfumistas de París.
El cofre contenía un perfume… era hermoso el envase, es-
taba hecha de cristal dorado con detalles de oro y el contenido
era de un color turquesa muy intenso… todos los presentes que
estaban en la habitación asombrados de aquella belleza incitaron la reina a usarlo para esa ocasión.
Ya casi a las 10.a.m, la reina manda a retirar a sus empleados y se queda sola en su habitación, se
mira al espejo y delicadamente da un suspiro, destapa el perfume y expande el aroma por su piel.
El aroma era indescriptible, nunca había sentido algo similar o igual. Por unos segundos imaginó un
oasis en medio del desierto con una laguna. Después de ese instante, abrió la puerta y caminó por el por
el pasillo escoltada por agentes y tapada con un velo… se acercaba
al gran salón donde
sería la ceremonia, pero al descubrirse el velo, las cámaras listas
para las fotos y los
presentes muy atentos quedaron asombrados, el rostro de la reina
estaba totalmente
arrugado como si hubiera envejecido unos cincuenta años, no quedaba
nada de su hermosa piel… no entendía nada hasta que se vio en el espejo
que estaba frente suyo, corrió de prisa a su habitación y en su tocador
junto al cofre, había una nota que decía, hoy serás lo que tienes en el alma.
El perfume la había envejecido.
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