LIMASHUN 27 | Page 14

DONCELLA DEL VIENTO
DONCELLA DEL VIENTO
Enmanuel Pizarro Merino
Hipnotizado por el carmesí de la tarde y bajo la sombra de un árbol, la paz y la armonía forman melodías que se vuelven sinfonía del vacío inexorable del cual soy preso.
Una doncella hace acto de presencia bajo el canto del viento, doncella que se ha convertido en llave de mi celda. Con mirada tierna, cálida voz, labios embriagadores y delicada figura, se acerca poco a poco y me libera con una sonrisa sincera que inevitablemente hechiza mi corazón y hace, pierda la razón.
Este es el momento donde el tiempo toma una pausa para volver a todos inmortales, donde las aves vuelan por los cielos y el cosmos, donde las sirenas cantan, donde se ven sonrisas en rostros ajenos, donde el mundo se torna brillante y se puede ver pegasos volar y unicornios galopar, donde las mariposas extienden sus alas para liberarse al viento y donde los hijos de la creación pueden vivir
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sin miedo al encapuchado de negro, que tiene la llave del fin y del comienzo.
Es inevitable que las miradas se encuentren y que los brazos entrelazados pasen a ser caricias y besos que te llevan al cielo y te hagan volar por el universo. Somos uno, somos todo y a la vez nada, somos libres, llegamos al cielo y volvemos a tierra. ¿ Qué es real? ¿ Qué es fantasía?, ya no importa pues tus cálidas manos están junto a las mías.
El tiempo se ha perdido desde que se emprendió el vuelo. Perdió importancia desde nuestro encuentro, desde el momento en que tus latidos estuvieron en sintonía con los míos. A pesar de ser libres, volamos juntos por los cielos.
A la llegada de la parca el final llegó y un nuevo comienzo se escribió. Volamos por los cielos y ahora somos parte del viento.