LIMASHUN 27 | Page 10

hace caer en delirios, desordena todos los conceptos para que no puedan coincidir, sola está sumergida en la inmensidad de unos ojos que ven amenazas, el miedo surge impaciente en toda la extensión, ninguno tiene la intención de detener o detenerse.
— Mira estos agujeros, los remolinos quedan ebrios y se tambalean, la vida no está improvisada, aquí hay otro agujero de una cadena de insectos extraños que dan movimiento, son círculos que tienen vida, cada una se turna a su manera. Mira Solis puedo poner mi pie aquí, y la sigo moviendo.—¿ Cómo entraste ahí?—¡ Tienes que saltar!—¡ Cata! ¿ Dónde estás?— Cata se pierde, una mano le toca la espalda— ¿ Qué estás haciendo Cata?
— Mira Solis— le hace ver unos hilos blancos— con esta pita muevo mis manos, con esto mi cabeza, pero no encuentro la pita de mis ojos, mis pitas están bien enredadas— Saca un ojo por el otro agujero— ¡ Waaa, Solis! Tú tienes todo tus pitas completas y ordenadas.
—¿ Cata, donde estás? No se te escucha bien.
—¡ Aquí estoy! Mira, logré amarrar todas las pitas en uno solo.
— Mira Cata, aquí hay otra pita que conecta con el agujero que hemos entrado ¡ Desapareció el agujero! Cata como vamos a salir ahora.
— Solis ya estamos afuera, si todavía tienes preocupaciones es porque quieres, aquí ya no tienes hambre ni miedo.
— Mira aquí hay otro agujero ¿ Qué lugar será? Es un desierto, todos los agujeros que abren están todos vacíos.
— No todos Solis, el nuestro se abrió mientras corría ¿ No recuerdo por qué corría?— No lo sé.— Solis ¿ Todavía quieres volver por el agujero?—¿ Qué agujero? ¿ Qué había?—¡ Solis! ¿ Cómo se llama tu hermano?
—¿ Qué hermano? ¿ Qué es hermano?— se desplaza en una dirección fija, como si alguien lo llamara.—¡ A dónde vas, Solis! Catacha por seguridad se quitó los hilos, quería saber a dónde llegaban con y sin ella. Solis ya tenía los hilos puestos y Cata le seguía. Tantas dimensiones en un solo lugar, este es el multiverso más completo que presenció, en la que no hay vacíos que les permita volver o adelantarse.
Solis ya se había olvidado de su nombre y la de su compañera pero ¿ a dónde se dirige? Mientras en las pampas tío León está furioso buscándolas, alertando a todos los que encontraba a su paso. Reúne un grupo de campesinos para rodear la zona, encuentran sus rastros y corren al encuentro. Cata y Solis estaban allí tratando de hablarse en algún lenguaje solo de ellas, al costado de un pukio, tío León sin dudar les grita.
—¿ Qué hacen aquí? Dejando todo lo que tenían que hacer.
No había respuesta algu-
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